Martes 21 de Marzo, 2017.

#TuesdayTips & more…

Mi relación con el Yoga (palabra sánscrita que significa «Unión») comenzó hace casi 10 años en el 2008 y es definitivamente de mis relaciones más intensas, saludables y estables, cualidades maravillosas que perpetúan toda unión. Y es que simplemente Yoga y yo nos amamos, es un amante fiel que me produce bienestar y placer…

Desde ese entonces no nos hemos podido separar, obvio!

Cuando volví a Santiago de Chile, mi ciudad natal desde Valparaíso en 2007 decidí asistir por primera vez a una clase de Yoga Integral. Era una mezcla muy divertida, entre Hatha Yoga y baile. Escuchábamos salsa, tambores y claves latinas, mientras hacíamos unas asanas que me parecían entre bellas, desafiantes y divertidas.

Al año siguiente me matriculé para estudiar Salud y Terapias Naturales, como una especie de “break” mientras me decidía por volver a Valparaíso, a retomar Psicología en la Univrsidad, o comenzaba un nuevo trabajo en mi ciudad.

Lo primero que me llamó la atención de esta carrera era que entre sus ramos principales estaba Yoga y Meditación. Me dije – bueno, suena super relax, porque no probar?-.  Así como una especie de hobbie me encontré con todo un mundo de disciplinas antiguas (en versión moderna) que me llevaron a ver todo de una manera totalmente distinta, así que curiosa-miedosa me quede por más!

Durante dos años tuve clases de Ashtanga y Kundalini Yoga, pero mi amor por el Hatha y especialmente el Saludo al sol o Suryanamaskar como se llama originalmente, comenzó a aflorar. Y es que sentía tan rico estirar el cuerpo, explorar de manera compleja pero también muy sencilla esas sensaciones, que incluso, me llevaron a ver estrellas y colores, literalmente, y me dije – Esto es como una especie de droga, quiero más!

Le comenté esto a mi profe y me dice – Tú has practicado meditación? – No, y no tengo ni idea como hacerlo la verdad- espondo media colgada . Y ella amablemente me dice: -Es que si ves colores en el centro de tu frente (Ajna) no es que estás loca, solo estás abriendo tu mente y tu percepción, son tus “chakras” los que ves en color – Y yo dije – Chakras? WTF is that?-.

Y así, desde la total ignorancia, pero con el espíritu de la novedad, desde una mente que solía ser un poco o muy cuadrada pase del – “ver para creer”- a pensar -“creer para crear”- mientras las sorpresas no paraban acá…

Me inscribí a un gimnasio en Ñuñoa a pocas cuadras de mi hogar y habian varias clases, adivinen a cual me apunté… Yoga… obvio! El profesor era un tipo super hippie y divertido, que tenía una Ban con el signo de la paz (de esas que salen en las películas). Él nos hacía practicar un yoga muy dinámico donde teníamos que hacer algunos movimientos y asanas como bailando ballet clásico, mientras escuchábamos Rock and Roll, si Rock & Roll (it’s not a joke!). Él nos decía -“Yo pongo esta música y hago estos pasos porque allá afuera el mundo no es un templo, es pura locura y Rock and Roll”. Y yo me dije – Este tipo es un genio, que divertido, me encantó!

Me di cuenta de no me servía estar toda mi práctica en estado “OM” si no iba a ser capaz de mantener un cierto equilibrio (dentro de lo posible) después de la clase de yoga. El desafío era sentir ese bienestar al salir al mundo real, y con autenticidad.

Y le encontré tanto sentido… pensé – soy una tipa muy urbana, me encanta la bohemia y lla ciudad, pero también me gusta mucho la quietud, la naturaleza, todo esto nuevo que estoy aprendiendo a lo que llamaba en ese momento “mundo espiritual”.

Mi amor por todo este mundillo nuevo (que veía un poco ajeno al principio pero que me di cuenta me conectaba con lo más básico, intrínseco y natural) creció más y más. Y aquí casi 10 años después de mi encuentro con el Yoga y este paradigma, aquí sigo “pololiando” con el mundo holístico, sin dejar de ser algo obsesiva y estructurada, hay que decirlo… pero tal vez más relajada con los estándares y con que todo tiene que ser siempre igual.  Porque si, es una relación que pasó de las contradicciones, el caos, la procrastinación, a ser algo más bien estable, natural e integral, algo muy genuino y especial.

Hice esta foto el año pasado para mi website y me gusta mucho porque estoy en un estacionamiento de Brunswick, un barrio bohemio medio hipster de Melbourne, un lugar super «cool and nice». Y aunque intenté hacer una postura «super cool and nice» para que se viera «perfecta» en la foto (claro, es una sesión de profesional pensé, no puede salir mal) como ven, fallé en la misión! (aunque solo un/a intructor/a de yoga lo notaria, no? jeje). Y finalmente, salio como salió, un intento de llegar, un camino a la imperfección, como todo en esta vida, una experiencia genial… espero les haya gustado!

Animarse a experimentar «los intentos», a no hacer las cosas «a la primera», a «no saber el cómo» y aprender (o recordar).  A probar otras maneras de vivir una vida mejor, otras maneras de ser, es pura voluntad pero tambien es saber que en muchos aspectos somos ignorantes, novatos, pero con las mejores ganas de intentar, tenemos dentro todo el potencial…

continuará!

Francisca Milagros
Terapeuta Ayurveda Especialista en Yoga y Alimentación certificada por la escuela Argentina de Yoga y Ayurveda
Reconocida por el Indus Valley Ayurvedic Centre India.
+56999088869
contacto@fmlifecoach.com

#yogaparainspirar #bodyinbalance #fmlifecoach #inspirationbeyondborder

Foto by Gabriela Isabel Gonzaléz
Melbourne, Australia

 

Leave a Reply